Atys, el eunuco sacerdote de Cibeles, aparece representado siguiendo un prototipo iconográfico bastante común: tocado característico, figura feminoide y una postura exagerada que dibuja una sinuosa ese en todo su costado. Evidentemente, la figura apoyaba todo el peso de su lateral izquierdo sobre una columna perdida, que completaba el conjunto, descansando sobre ésta.